De puentes e intermedios.
La vida entrelaza personas ajenas, personas extrañas.
Cada día cruzamos miradas rasgadas, llenas de pudor, con cientos o miles de personas que sin rumbo aparente caminan por esas calles inundadas.
Colapsadas de ideas...
Pensamientos locos, enamorados, melancólicos e insignificantes.
¿Te has parado alguna vez a observar personas caminando?
¿Te has atrevido a mirar firmemente a alguna y simplemente... sonreir?
La vuelta a este blog era solo cosa de tiempo, inspiración y lazos agridulces...
Sí y no (como respuesta a esas dos preguntas).
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